La Historia Antigua

Libro Historia de Reumén

Descargar Historia de Reumén

En el libro “Historia de Reumén – Desde la puerta de entrada al Butahuillimapu hasta la fundación de Reumén” (2007), del autor  Eduardo Araneda  Pradenas, se recopilan antecedentes desde  la Colonia hasta  la época en que el tren inicia sus primeros recorridos regulares.

En 2002, el mismo autor publicó una “Reseña Histórica de Reumén”, de la cual se transcriben aquellos capítulos que entregan datos históricos posteriores, habiéndose incorporado en esta instancia fotos adicionales atinentes a la narrativa.

En el libro “Historia de Reumén – Desde la puerta de entrada al Butahuillimapu hasta la fundación de Reumén” (2007), del autor  Eduardo Araneda  Pradenas, se recopilan antecedentes desde  la Colonia hasta  la época en que el tren inicia sus primeros recorridos regulares.

Libro Historia de Reumén

Descargar Historia de Reumén (4,8 MB)

En 2002, el mismo autor publicó una “Reseña Histórica de Reumén”, de la cual se transcriben aquellos capítulos que entregan datos históricos posteriores, habiéndose incorporado en esta instancia fotos adicionales atinentes a la narrativa.

Desarrollo del pueblo

Reumén, la aldea que nació con el ferrocarril, se va a transformar lentamente en un núcleo aglutinador de la población y el censo de 1907 va a dar cuenta de ello. 

En el año 1902 se levanta una capilla provisoria a cargo del misionero bávaro de la Orden Capuchina con asiento en Daglipulli, fray Albino de Lenden.

En el año 1904 se destina un terreno para cementerio y en 1908 se crea la primera Escuela Mixta Elemental Rural Nº 3, bajo la administración departamental de La Unión.  Las tres primeras profesoras de que se tiene registro fueron Ana Jaramillo Guerra, Lidia Castro y Carmen Mancilla Gallardo de Oyarzún.

Apenas iniciado el siglo XX, llega a Reumén el primer comerciante, don Aristodemus Contreras, ex funcionario de Ferrocarriles, quien construye la primera casa en el lado oriente de la línea.

Aristodemus Contreras, comerciante

Aristodemus Contreras (1910 aprox.) Comerciante que construye la primera casa en Reumén

En los albores de la segunda década del siglo llega a Reumén Toribio Yáñez Díaz, nacido en Añihue, Chiloé, quien instaló un almacén de mercaderías surtidas llamado “La Montañesa”, que va a competir con la tienda y almacén “Regional” de Zacarías Quintana Novoa, llegado de Temuco.

Historia Antigua: Libro de caja
Historia Antigua: Libro de caja
Historia Antigua: Libro de caja

Libro de Caja de la tienda “La Montañesa” de Toribio Yáñez.  Registra ingresos y egresos entre enero 1923 (pág. 1) a junio de 1927 (pág. 140).

Lo característico de Toribio Yáñez, chilote, comerciante y navegante, es que con sus utilidades compra el fundo Quimán, en Futrono, y construye el vapor “Santa Rosa” que era un “pulpería” flotante, y hace venir desde Chiloé a su sobrino Alberto Ruiz Yáñez como piloto del “Santa Rosa”.  El vapor recorría toda la ribera del lago Ranco comerciando e intercambiando productos.  Desgraciadamente, este barco naufragó el 17 de mayo de 1933 frente a Puerto Nuevo, cuando fue sorprendido por una “puigua”, viento cordillerano que levanta enormes olas.

Historia Antigua: Vapor Santa Rosa 1932

Vapor «Santa Rosa», en el lago Ranco (1932)

Historia Antigua: Familia Yáñez-Palacios

Matrimonio Toribio Yáñez Díaz – Ester Palacios Rebolledo, Bodas de Oro 1972
De pie: Hernán, Lucía, Amelia y Raúl Yáñez Palacios. Sentados: Amelia Rebolledo, Toribio Yáñez, Ester Palacios y Georgina Yáñez Palacios.

Con los años se establecen otros comerciantes:  Galvarino Fredes, que instala tienda, pero se va del pueblo pues una noche de invierno es asaltado y le roban toda su mercancía; Teodoro Toirkens con su almacén “Don Teo”, ubicado en calle Rosario Vásquez, frente a la estación ferroviaria; y otros. 

El comerciante de más larga actividad en el pueblo es Luis Vargas Díaz, quien se transforma además en un gran servidor público al ser electo regidor de la Municipalidad de Los Lagos por varios períodos.

Historia Antigua: Familia Vargas-Contreras

Sentados en sillón, matrimonio Yolanda Contreras y Luis Vargas.
En los costados, matrimonio Luis Bedecarratz e Irene Vargas Contreras
(1980, aprox.)

A partir del año 1910 se nota en Reumén una actividad comercial que va a ser su característica por muchos años.  El ferrocarril ha valorizado las maderas y las cáscaras de los árboles nativos.  Las primeras, para el ferrocarril y el mercado valdiviano y las segundas, para las curtidurías de la región. 

Desde temprano se dedican a la compra de maderas y cáscaras Guillermo Tatter y Hugo Butendieck, ambos personajes muy activos y queridos por la comunidad reumenina.  A trabajar para firmas valdivianas como Rudloff  y otras, llegan a Reumén a principios de siglo un grupo de españoles que se dedican al negocio de maderas y cortezas, entre ellos:  el “Coño” Saralegui, Angel Solabarrieta y Florencio Elorz, quien merece un reconocimiento aparte.

Ellos compraban las cáscaras a la gente de las montañas de Cufeo, preferentemente cortezas de lingue, tineo y ulmo; más tarde comprarían el carbón producto de los árboles muertos de estas especies, destinado a los altos hornos de Corral.

La corteza se compraba en “trolas” de 40 kilos y/o molida por sacos.

Historia Amtigua: Familia Tatter-Angulo

Familia Tatter-Angulo (1917 aprox.)
De izq. a derecha:  Otto Tatter Angulo, Leonarda Angulo, Guillermo Tatter Angulo, Guillermo Tatter (con pipa) y Jorge Tatter Angulo.  Abajo:  Ana y Guillermina Tatter Angulo (Aún no nacía Leonardo, de quien su madre estaba embarazada)

Ya en los años 20 se encuentran en plena producción varios aserraderos, entre ellos el de Quirino Vásquez Fontena, en tierras heredadas de su padre Rosario Vásquez, el de Juan Evangelista Hernández, el de Alberto González Quiroga y el de Jorge Paschuam.

González Quiroga puso en operaciones un madero-carril para explotar maderas todo el año, salvando los rigores del invierno y los gualves, el que recorría Lumaco y Liucura hasta llegar al lado oriental del río Collilelfu frente a la estación de ferrocarriles y el madero-carril de Paschuam sacaba las maderas desde Chapuco.  Estos dos esfuerzos productivos permitieron acopiar en el recinto de la estación enormes y numerosos “castillos” de maderas.

Quirino Vásquez instala un molino de harina y más tarde, frente a la estación, funcionará otro más pequeño.  En el fundo Demaihue, adquirido por la Compañía de Azúcar en Panes de Reumén y administrado por Carlos Offmann, se producían tablas y cajones azucareros de 25 kilos.  En 1930 se vende este fundo, quedando inactiva la compañía.

Aserradero Quirino Vasquez

Aserradero de Quirino Vásquez Fontena (primero a la derecha)
Arriba, al centro, su hijo Alejandro Vásquez Vásquez; y abajo, al centro, con pechera, Carlos Vidal Cortez (1945 aprox.)

Todas las actividades anteriormente descritas absorbían abundante mano de obra y a Reumén llegaron pobladores desde Bío Bío hasta Chiloé.

A partir del año 1927, el Estado distribuye tierras fiscales en la zona de Cufeo.  Así, llegan colonos a estas montañas provenientes de Villarrica, Pitrufquén, Loncoche y erradicados de Argentina.  Ellos van a surtir de maderas, cáscaras y carbón a los compradores de Reumén y el dinero lo emplearán en las tiendas del pueblo, produciéndose un activo intercambio entre el llano y la montaña.

Las mujeres de Chanco, expertas hilanderas, tejenderas y manteras, confeccionan ponchos para el comercio reumenino, ya que éste los apetece para venderlos a los colonos de las montañas de Cufeo.  En el año 1930 se pagaba $14 por un poncho de lana, lo que resultaba un estímulo para fabricarlos; allí se produce un nuevo intercambio entre los comerciantes de Reumén y las hilanderas de Chanco.

Otra actividad económica importante en el pueblo eran las carnicerías, existiendo un gran número de éstas en relación a la cantidad de habitantes.  En dicha actividad destacan Walter Gebauer y Exequiel Kauslarich.  Ellos producían charqui para los habitantes de la montaña y entregaban carne fresca en los trenes, tanto para el personal como para los coches comedores de los convoyes de pasajeros.  El resto del animal lo vendían a los habitantes del pueblo, lo que hizo nacer apodos muy certeros respecto de la situación, por ejemplo: “Hueso pelao” y “Hueso negro”, ambos personajes herederos de una rica tradición “charquera”.

Toda esta bullante actividad hizo que se instalaran en el pueblo hoteles, restoranes, bodegas de vinos, molinos de chicha de manzanas y hasta una botica, además de herrerías, zapaterías, peluquerías y los almacenes anteriormente señalados.  Los hoteles se alinearon frente al recinto estación, preferentemente en la calle 12 de octubre, nombre que evocaba a los españoles residentes.  Se instalaron el Hotel “Central” de Aníbal Vásquez, el Hotel “Colonia” de Héctor Hermosilla y el Hotel “Reumén”, de Arsenio Maldonado.

También se recuerda que el último intento industrial lo realiza Julio Contreras, antiguo comprador de maderas y cáscaras, quien instala una industria para fabricar carretillas de hilo, pero al iniciarse la fabricación de éstas con material sintético la industria decae y desaparece.

Fábrica de Hilo Julio Contreras

En el patio de la fábrica: Gerente de la empresa Hilos Cadena, Irma Toledo y Julio Contreras (1985)

El año 1931 la vieja Escuela Elemental Nº 3 pasó a denominarse Escuela Coeducacional Nº 67 y su primer director fue Alberto Lira.  Después llegó como ayudante la señorita Alcayaga.  Al profesor Lira se le recuerda como fundador de la Brigada de Boy Scout, la misma que saludó el paso del presidente Pedro Aguirre Cerda en la estación de ferrocarriles en el año 1940. El último director recordado con afecto y cariño es el maestro Roberto Ojeda Torres. El año 1981 la escuela sufre el proceso de traspaso a la Municipalidad de Paillaco, pero esto es historia reciente.

Debe acotarse que la historia de la educación en Reumén es más antigua aún, ya que Juan Evangelista Hernández, casado con la hija de don Rosario Vásquez, Micaela Vásquez Fontena, contrató como profesora particular a una alumna del colegio Santa Cruz de Río Bueno, la señorita Nieves Ramírez, quien debía por contrato enseñar a leer y escribir a todos sus hijos, más las cuatro operaciones matemáticas básicas y, por cierto, a todos los niños del sector que desearan aprender.  Más tarde funcionaría una escuela parroquial y otra particular.  La escuela parroquial recibe un vigoroso impulso, cuando en la década de los años 60 llega el sacerdote español Alejandro Corcuera Martínez, pero esto también es historia reciente.

Según los registros civiles y los libros de defunciones de Quinchilca y Daglipulli, la principal causa de muerte es la TBC en ambos sexos, el sobreparto en las mujeres, las bronconeumonías, además de una elevada mortalidad infantil por diversas causas.  Las armas blancas eran otra causal de fallecimiento ya que aquéllas dirimían los problemas entre guapos, aunque para dichas ocasiones también servían las hachas para descascarar y las armas de fuego.

La comunidad se organiza

El pueblo se levanta en los terrenos heredados por Quirino Vásquez Fontena, quien vende a bajos precios los sitios a los vecinos o bien los regala, como sucedió con la Escuela Nº 67 y la cancha de fútbol.  Este vecino cede la mitad de sus terrenos urbanos a Guillermo Tatter en un acuerdo con ventaja para este último (rectificación de límites con Ferrocarriles).

El 8 de octubre de 1916 se funda el “FBC Reumén”, cuya primera directiva fue la siguiente:

Presidente Honorario:  Ramón Vásquez
Presidente Ejecutivo:  Gregorio Riquelme
Vicepresidente:  Quirino Vásquez F.
Secretario:  Joaquín Candia
Pro-Secretario:  Demetrio Hernández V.
Tesorero:  Manuel Arias
Pro-Tesorero:  Florencio Elorz F.
Capitán:  Ernesto Hernández Vásquez
Directores:  Carlos Benavides, Zacarías Quintana y Juan Segundo Damann.

Florencio Elorz

Florencio Elorz Flamarique (1907)

En la década del 30, este “Foot Ball Club Reumén” pasaría a llamarse “Reumén Atlético” y, más tarde, desde la muerte de su presidente en ejercicio Florencio Elorz  Flamarique, lleva este nombre en homenaje al dirigente que muere de un ataque cardíaco en la cancha mientras jugaba su equipo

En mayo de 1931 se constituye una comisión que da los primeros pasos para contar con un cuartel de policía. A comienzos de 1932 se tenía un sitio cedido por Simón González Quiroga y se inicia la recolección de fondos para su construcción.

Cuartel Carabineros 1933

Antiguo cuartel de Carabineros, construido por la comunidad en 1937-1938. (Nótese la vereda habilitada con madera)

Posteriormente, la Junta de Adelanto presidida por Hugo Butendieck, logra hacer explanadas de pellín en las calles para transitar en los inviernos.

En la década de los años 30, la familia Tatter instala una compañía de teléfonos y el constructor Wenceslao Solís Atero inicia la construcción del puente carretero definitivo sobre el Collilelfu, levanta el templo católico -el que se inaugura el 3 de marzo de 1935- y las principales casas del pueblo.

En 1940 Heinz Manne instala una empresa eléctrica, pero dura poco y continúa la Municipalidad con su generadora a vapor, hasta que llega la energía de la Central Pilmaiquén.

En la foto (década 1950), el vecino Manuel Reyes Loyola, funcionario municipal por casi 50 años, en tareas de mantención del alumbrado público.

En 1938 se crea la oficina de Registro Civil.

Pocos años más tarde nace la Cruz Roja y se levanta una posta de primeros auxilios; se funda una compañía de bomberos, que no permanece en actividad por mucho tiempo, hasta que en el año 1960 se vuelve a refundar, siendo hasta hoy una sólida y prestigiosa institución.

Otras instituciones que nacen son el Club de Tiro al Blanco “Fresia” y el Club Social “Reumén”, ambos desaparecidos.

Junta de adelanto 1941

Junta de Adelanto de Reumén (1941 aprox.)    De izq. a derecha:  Luis Vargas Díaz, Enrique Zárate, Hugo Butendieck, Artemio Soto Reyes y Reinaldo Soto Gómez.  De fondo:  lado norte de antigua estación de ferrocarriles.

Club Tiro al blanco Fresia

Club de Tiro al Blanco “Fresia” (1950 aprox.) Inauguración del “Polígono” en terrenos de la familia Tatter, a orillas del Collilelfu. De izq. a derecha:  Jorge Gómez Flores, Emilio Tim, Enrique Zárate, Hugo Butendieck, Teodoro Toirkens, Luis Vargas Díaz y Héctor Hermosilla Romero.

Más tarde, con la creación de la Colonia Agrícola de Reumén en 1940, que nace cuando el Estado compra el fundo Lumaco a Alberto González Quiroga y adjudica parcelas a numerosos colonos que crean el Club de Rodeo y levantan la medialuma -también desaparecidos-, el pueblo recibe un renovado impulso económico, ya que junto a las maderas y las cortezas se unirá la siembra de trigo y raps y la crianza de ganado.

Casa tipo colonos Reumén

Casa tipo construida para los colonos que se establecieron en la parcelación del fundo Lumaco (1940).  Techumbre original era de tejuelas de pellín o alerce.

La vida política

Con la creación de la provincia de Valdivia y el posterior departamento de La Unión, el “paraje” denominado Reumén pasa a depender de este departamento a través de la subdelegación Nº 1 de Daglipulli; posteriormente pasa a depender de la subdelegación de Paillaco.

Con la creación de la comuna de Calle-Calle en 1891, se produce una fuerte pugna por el lugar donde debería asentarse la cabecera comunal entre las poderosas familias Agüero y Aburto de Calle-Calle por un lado, y los González y Vásquez de Reumén por el otro lado.  En 1915 son elegidos regidores don Nicolás Vásquez y Alberto González Quiroga, quienes logran el traslado de la cabecera comunal al pueblo de Collilelfu, hoy Los Lagos.

Al crearse la Municipalidad de Los Lagos los reumeninos tendrán activa participación.  Entre los regidores y alcaldes de Reumén se recuerda a Efraín Solís, Artemio Soto, Luis Vargas, Aníbal Vásquez, Melitón Villena, y los ya nombrados Nicolás Vásquez y Alberto González.

El cambio político-administrativo establecido en 1981 hace que Reumén pase a depender de la comuna de Paillaco, fecha que coincide con la decadencia de los ferrocarriles y del pueblo, pero esto es historia reciente.

El tren y la vida cotidiana

Transcurren los años 30, 40, 50, 60 y 70 del siglo XX y es el tren la gran novedad de cada día y la estación el centro social y punto de encuentro obligado.  En las tardes de verano, los muchachos van a practicar fútbol después del regreso del “Osornino” y van a bañarse al Collilelfu para estar limpios y “olorocitos” a la hora de la pasada del tren “expreso” hacia o desde la capital.

A la hora de pasada del tren, familias enteras acuden a despedir y recibir visitas.

Se comentan por años los accidentes ferroviarios:
1927:  Salvador Jaramillo muere atropellado por el tren.
1932:  Cayó la locomotora 542 al río Collilelfu, en Reumén.  El maquinista Clemente Arriagada, se salvó tirándose del convoy un minuto antes.
1955:  Se hundió el terraplén en Cuinco y hubo trasbordo en Reumén, desde marzo a diciembre.
1957:  Cayó el tren ganadero en el puente Cuinco y el maquinista murió quemado.
1960:  Con el terremoto del año 1960 la estación queda en mal estado y fue levantada una nueva en 1963, gracias a los aportes de la Alianza para el Progreso y las gestiones de la diputada Inés Enríquez Fröden.

El tren “expreso”, el tren “rápido” y el tren “local” con las últimas novedades en diarios y revistas:  “Mi Vida”, “El Ecran” y el “Vea”, rey de la crónica roja, el más vendido y leído; las noticias del terremoto de Chillán; el fusilamiento del “Tucho” Caldera y los crímenes de Cerón Pardo; las peleas de Arturo Godoy y el Tany Loayza; el “Chacal de Nahueltoro” y  el “Chacal de Pupunahue”; los comentarios deportivos, etc.

Las más hermosas amazonas llegaban en sus cabalgaduras a la estación de ferrocarriles a comprar revistas de modas:  Las chicas Flores Kauslarich, Paredes Iturriaga, Hermosilla, Burmeister, Gebauer, la “Chelita” Vásquez González y tantas otras que arrancaban más de un suspiro a los varones.  Los muchachos adquirían el “Fausto”, “El Peneca” y el “Okey”.

Al marcharse el último tren de la tarde, parejas de jóvenes, algo más que amigos, se adueñaban del andén de carboncillo en disimulados paseos de punta a punta.  Las señoritas jamás irían a besarse a los “castillos de madera”, pues la ofensa más grande era ser tildada de “chica de los castillos”.

La pasada del tren frutero congregaba a campesinos y pueblerinos una vez a la semana.

El jefe de estación era una verdadera autoridad del pueblo. Las cuadrillas carrilanas, sus risas y bromas, el cambiador, el telegrafista eran tratados de señores.  La llegada de circos alborotaba a los niños y mayores, los personajes populares eran el paisaje humano cotidiano en la estación, los dichos del popular “Punto Fijo” (y su pintoresca presentación: José Francisco Germán Juan de la Cruz Sandoval y Westermeier por la abuela) con sus versos y chascarros.  Los estudiantes y su arribo los viernes:  las hermanas Moraga, Vásquez y Hernández vienen de San José de la Mariquina mientras sus padres y hermanos, en hermosos cochecitos tirados por caballos, esperan frente a la estación.  Las delegaciones deportivas, el Reumén Atlético versus Deportivo “Samuel Valck” de Antilhue.  El tañido de la campana de bronce anunciando que el tren había abandonado la estación vecina.  Las bodegas colmadas de trigo, los corrales con animales, los trozos y los castillos de madera, todo un modo de vivir que muere con el tren, más allá de la nostalgia de René Villalobos, jefe de estación por muchos años en Reumén, más allá del recuerdo de Elena Sandoval de Guevara, primera mujer Jefa de Estación en Chile y su primer nombramiento como tal en Reumén o el recuerdo de la llegada a la estación de la atleta reumenina Pradelia Delgado, campeona nacional del lanzamiento de la bala.

Elena Sandoval Jefa de estación de tren

Elena Sandoval de Guevara, Jefa de estación Reumén en 1950. Primera mujer jefa de estación en Chile

Todo el pueblo sabe que nació con el tren, creció junto al riel, por eso busca en sus raíces y en su historia una nueva identidad que les permita valorar y querer más a su pueblo, con sus huertas y manzanos, su río libre y limpio, su juventud sana y alegre, el aire puro y el divisar el campo cada día en medio de los cerezos en flor.  El tren se fue, quizás vuelva algún día, pero el pueblo quedó allí y sus habitantes y los hijos de éstos no desean marcharse, porque aunque no sea un pueblo grande; ¡qué duda cabe!, Reumén es un gran pueblo.

A continuación aportamos algunos trazos adicionales de la escondida historia de Reumén.

La estación de FF. CC.

Acertadamente, Eduardo Araneda Pradenas le dedica a la construcción del tramo ferroviario Valdivia-Osorno un capítulo de máxima relevancia en la historia de Reumén.

En este contexto, rescató una foto de la antigua estación en cuyos andenes transcurrió toda una época de vivencias sociales, las que esboza en su «Reseña Histórica».

Cuartel Carabineros 1933

Fotos exterior e interior, año 2004.

La vieja estación dio paso en 1961 al actual recinto. Empero, al suprimirse los trenes de pasajeros que recorrían el riel desde Santiago a Puerto Montt, este recinto quedó abandonado y expuesto a la acción destructiva de jóvenes irresponsables.

El poeta de raigambre reumenina Luis Hernández Cares, radicado en Concepción (2021), recoge en su oda «Estación de Reumén» (fragmento) este pasaje oscuro de la historia del pueblo.

Entonces veo Reumén
Tu estación
Saqueada por los años
Despojada
Con el vientre agujereado
Pudriendo sus huesos al viento
Veo el óxido siniestro
Carcomiendo como lepra
Las llagas abiertas de tus fierros
Esqueléticos
Veo la pintura vieja
Cayéndose con la brisa
Curvada como la hojarasca seca
De un alfajor añejo.
Me duelen cada una de tus heridas
Sangrantes
Y abofeteando mis narices
El olor a estiércol y orines
Habitantes infames
De tus cuartos vacíos
Crujen bajo el calor del mediodía
Los rieles cesantes
Crujen de rabia, crujen de pena.

Después de múltiples gestiones, la Municipalidad de Paillaco rescata y reacondiciona la parte operacional de la construcción (la casa habitación del Jefe de Estación estuvo hasta 2020 ocupada «a la mala») para servir de centro cultural y de apoyo a pequeños emprendimientos comunitarios.

El antiguo cuartel de Carabineros

En 1896, apenas dos años antes de la fundación de Reumén, se oficializó en Chile la Policía Fiscal con presencia en las ciudades cabeceras de departamento. En 1906, el gobierno organizó una policía de corte militar, rural y de carácter nacional, dando inicio al denominado Regimiento de Carabineros.

En esta época se asigna a Reumén una dotación de tres funcionarios, quienes dependían de la Tenencia de Los Lagos. Esta unidad se afianza con la creación, mediante el D.F.L. 2484 del 27 de abril de 1927, de la actual institución «Carabineros de Chile».

En sus inicios, el cuartel funcionaba en un espacio o casa facilitada por algún vecino. De ello deja constancia «El Correo de Valdivia» del 24 de mayo de 1931:
«Por haber regresado a este pueblo la persona dueña de la propiedad donde está instalado el cuartel de Carabineros, éstos están notificados que deben desocupar el local, ya que el dueño de él lo necesita para vivir. Con el objeto de buscar una solución a esta situación, se reunirán, citados por el señor Florencio Elorz, Juez de Distrito, los vecinos de esta localidad».
Del resultado de esta reunión da cuenta el citado periódico del 31 de mayo de 1931, donde los asistentes acuerdan «construir un edificio propio«, designando para este efecto una comisión integrada por don Florencio Elorz Flamarique, Ángel Solabarrieta Cortabarría y Luis Vargas Díaz.
En enero de 1932, el teniente René Avaca, jefe de la unidad de Los Lagos, viajó a Reumén y trata de dar un  nuevo impulso a la recolección de fondos para construir el cuartel. A comienzos de dicho año don Simón González Quiroga cede un sitio para construir el cuartel y con ello se da un estímulo importante al proyecto. Pero éste se adormece en el tiempo.
En los primeros meses de 1935 el nuevo jefe de la Tenencia, don Moisés Bravo Zúñiga, insiste ante personeros de la comunidad sobre la necesidad de recolectar fondos para aquel objetivo.
Hacia 1936 se habían reunido  $1.720 y se inicia la construcción del cuartel con la activa participación del cabo Enrique Arriagada. Pero los fondos son insuficientes. A fin de reunir recursos adicionales, el 24 de diciembre de 1936 se realiza una velada y baile, a cargo de don Florencio Elorz, Camilo Torres y Alberto Ruiz.
Cuartel Carabineros 1933

Antiguo cuartel ubicado en calle 12 de octubre esquina Guillermo Tatter.
Al fondo, Hotel Reumén (década 1940)

Con fecha 24 de febrero de 1937 don Martín Hott dona un sitio para el cuartel en construcción, sitio previamente adquirido a su nombre con recursos del Comité de Adelanto, del cual era su presidente. Se trata de una superficie adyacente que posibilita habilitar las caballerizas y recinto para acopiar forraje.
El 18 de septiembre de 1937 se organiza un Gran Baile para celebrar las festividades patrias y las utilidades se destinan a incrementar los fondos pro cuartel, el cual queda finalmente habilitado en 1938.
El viejo cuartel «prestó servicios» hasta fines de 1960, siendo derruido y reemplazado por las instalaciones actuales, las que entran en funcionamiento el 8 de noviembre de 1961.
Cuartel Carabineros 1933

Actual cuartel de Carabineros (mayo 2021)

Hasta hace algunos años, en el espacio hacia la derecha de la foto, existía la casa habitación del sargento Jefe de Retén. Sin embargo, las tenaces termitas festejaron su labor con la demolición de esa casa.

Ahora, las incansables carcomas engullen los maderos del Cuartel y se aprecian alegres derramando fino serrín en sus rincones. Así, no debiera pasar tanto tiempo en que dicha construcción se inscriba como otro hito histórico del pueblo.